Tal como el hombre solitario mira la luna y las estrellas
y aunque está solo y es muy pobre es el más rico de la tierra,
Con estos pobres ojos míos Dios ha querido que yo vea
No las estrellas e la luna, sino la suma de la luna y las estrellas
Todas reunidas en un haz, como los trigos de la siega,
Para que, pobres ojos míos, ricos de luz así la vean
como a Maria, sobre el mundo de la humildad y la pobreza,
Y, sobre el mundo del amor y la hermosura, como a Eva.
Y así la vieron estos ojos, Eva de toda la hermosura:
Las manos claras como um río al que ninguna sombra enturbia,
La boca hermosa como un viento que crea el mundo de la música,
Los ojos vivos como un fuego que vence todas las penunmbras
Y el pelo suelto como un sueño y apretado como una fruta,
Para que pobres ojos míos, sigan mirando hacia la altura
Desde la tierra hacia su rostro, desde la tierra más oscura,
Hacia ese rostro tan perfecto que es cielo, igual, sin sol ni luna.
Y así la vieron estos ojos, en su belleza de Maria;
Las manos dulces como un solo dominical lleno de dicha,
La boca suave como una agua reparadora de alegrías,
Los ojos puros como un cielo donde jamás se pone el dia,
Y el corazón mostrando a todos su puro árbol de la vida
Como un inmenso pelícano o como una eucaristia,
Para que el pueblo de la patria beba su voz caritativa
Y se alimente de su sangre como la tierra se alimente de sus días.
Eva está en la mujer que me voz canta
Que más que nombres son un nombre, como dos ojos es igual a una mirada,
Y más que manos, es la mano de quien la tiende en las desgracias,
Y más que ojos, son los ojos de quien da fe con su mirada,
Para que el hombre solitario alce su rostro hasta sus plantas
Y vea en la luna y las estrellas, sobre la tierra de la patría.
A Eva trasfigurada en la Esperança.
Poema escrito por: Castiñeira de Dios depois de vivenciar Eva Perón beijando una menina com uma enfermidade
contagiosa, proibida pelos médicos ela não se deteve com seu gesto carinhoso.
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